Una mujer que, casualmente, accedió al teléfono celular de su marido, descubrió un fluído intercambio de mensajes de WhatsApp con un sujeto, aparentemente por cuestiones laborales.
La mujer engañada, empapeló el pueblo con fotocopias que desplegó indiscretamente, con pancartas que instaló en cada poste o espacio que encontraba, acusándola puntualmente a esta otra mujer, con nombre y apellido.

Reprodujo los chats que su esposo infiel mantenía con “la paloma del palomar prohibido”, una ráfaga de mensajes “hot” atraves de whatsapp que transcribió detalladamente: “quiero mi mañanero”, “soy tu paloma tóxica”, “sos un padre increíble”, luego de algún encuentro en la ciudad de Resistencia.
El viejo truco
El infiel, agendó a su amante bajo el nombre de un “arquitecto”, esperando cubrir su adulterio. Pero por algo las mujeres tienen un sexto sentido, aunque algunos necios se resistan en reconocerlo.
con fuente de infoqom.com.ar